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Cuando aprendemos a leer, una de las primeras lecciones que debemos considerar es la dirección de la lectura: siempre debemos leer de izquierda a derecha y partiendo desde arriba hacia abajo, separando cada una de las palabras, para así lograr comprender los textos. Tal como ahora estás leyendo estas líneas.

Sin embargo, esta regla no impide que en algunos casos también podamos leer al revés exactamente lo mismo que leemos al derecho. ¿Qué tipo de textos son estos? Los palíndromos: en estos textos breves se presenta el curioso fenómeno de que la palabra, oración o enunciado se puede leer en dos direcciones (desde izquierda o derecha), pero manteniendo exactamente el mismo sentido.

Partamos con algunos ejemplos de palabras que pueden ser leídas al revés y al derecho. Presta mucha atención.

–    ANA
–    RADAR
–    OSO
–    SOMOS
–    SERES

Este sorprendente fenómeno también puede darse en frases y oraciones. Observa y analiza con mucho cuidado. ¡No te vayas a confundir!

–    Yo dono rosas, oro no doy.
–    No bajará Sara el jabón.
–    Yo de todo te doy.
–    Anita lava la tina.
–    Atar a la rata.
–    ¿Acaso hubo búhos acá?
–    Adán no calla con nada.
–    Aman a Panamá.
–    Ana lava lana.

Como habrás podido observar, al leer al revés vamos letra por letra armando nuevamente las palabras y permitiendo que tengan sentido; porque lo más importante en este divertido juego de palabras es que se mantenga un texto con lógica y que no terminemos enredados entre las letras, leyendo un absurdo.

Cuando el texto pierde esta cualidad, nos encontramos frente a un palíndromo no tan bueno. Mira este ejemplo algo extraño de palíndromo:

–    Allí si María avisa y así va a ir a mi silla.

Recuerda que al leer siempre debemos buscar comprender. No solo debemos fijarnos en las letras para reconocer su sonido e ir construyendo de esta forma las palabras y oraciones, sino que lo más importante y principal es captar el sentido de todo el texto, lo que está queriendo comunicar. En el caso del ejemplo anterior, no es tan claro el sentido y por eso nos resulta difícil comprender, lo que hace que el palíndromo sea menos genial.

Ahora que has leído algunos palíndromos, quizás quieras descubrir tus propias habilidades de escritura e intentes elaborar el tuyo propio. Nunca olvides que lo más importante es mantener el sentido del texto.


* Si te interesó este tema, te recomendamos visitar Juegos de palabras, donde encontrarás otros ejemplos de palíndromos y muchos otros tipos de juegos.