Su cola es corta y su cuello poco manifiesto. Fuera del agua se mueven con torpeza. El cuerpo está cubierto por un tupido pelaje, con algunos pelos que sobresalen en algunas especies. La piel es de gran valor comercial. Su dentición difiere notablemente de la de los carnívoros terrestres: el número de incisivos suele ser menor, y por lo común son puntiagudos y algo curvados; los molares son de estructura más uniforme. Se alimentan de peces, aunque algunos comen también crustáceos. Las crías nacen sobre los roqueríos.
En Chile hay diez especies de Pinípedos: cinco lobos marinos y cinco focas. Las principales diferencias entre ambos grupos radica en que los lobos marinos presentan un rudimento de pabellón auricular y pueden caminar sobre sus cuatro aletas; en cambio las focas carecen de dicho pabellón y tienen sus aletas posteriores orientadas hacia atrás.
Entre los lobos marinos están: el lobo de un pelo (Otaria flavescens), el lobo común de dos pelos (Arctocephalus australis), el lobo de dos pelos de Juan Fernández (Arctocephalus philippi), el lobo fino antártico (Arctocephalus gazella) y el lobo fino subantártico (Arctocephalus tropicalis). Entre las focas están: la foca cangrejera (Lobodon carcinophagus), la foca de Ross (Ommatophoca rossi), el leopardo marino (Hydrurga leptonyx), el elefante marino (Mirounga leonina) y la foca de Weddell (Leptonychotes weddelli).
El elefante marino (Mirounga leonina) es llamado así por el apéndice nasal de los machos, el cual recuerda vagamente una trompa. Habita de preferencia en las costas de la Duodécima Región, aunque también ha sido observado en la costa de Osorno (Décima Región). Hace cien años era abundante en el Archipiélago de Juan Fernández, y aún abunda en la Antártica. Desde el punto de vista de su conservación se la considera una especie Vulnerable.
El lobo de dos pelos de Juan Fernández (Arctocephalus philippi) es una especie cuya distribución geográfica está limitada al Archipiélago de Juan Fernández e Islas San Félix y San Ambrosio. Se le conoce también como lobo fino de Juan Fernández. Utiliza cuevas, algunas con entradas subacuáticas, como refugio y sitio de reproducción. Los machos más fuertes defienden un dominio territorial, al que se agrega un harem de hembras que alcanza hasta 15 individuos de ese sexo, dejando a los más jóvenes o débiles en grupos de machos solteros. Durante el período de reproducción los machos territoriales no se alimentan y consumen sus reservas de grasas, acumuladas en el período no reproductivo. La mayor parte de las pariciones se produce durante el mes de diciembre, para decrecer y finalizar en enero. Los machos pueden alcanzar hasta tres metros de longitud total; las hembras adultas, sólo dos metros. Se considera una especie Vulnerable. Todas las especies de Arctocephalus están protegidas legalmente.
