Nació en 1827 en el seno de una familia de obreros. Fue hijo de Fermín Vivaceta, argentino que llegó a Chile con el Ejército Libertador, y de Juana Rupio. Nunca contrajo matrimonio.
Desde muy joven, Fermín debió instruirse y trabajar al mismo tiempo. A la edad de 11 ó 13 años ingresó como aprendiz en un taller de ebanistería, donde permaneció por un lapso de ocho años. En forma paralela, siguió estudios nocturnos para prepararse en la carrera de Bellas Artes.
En 1846 se incorporó a la clase de dibujo lineal en el Instituto Nacional, curso que debido a la iniciativa del gobierno de Bulnes tenía por objetivo preparar a los obreros en el dibujo industrial.
Sus estudios anteriores y sus conocimientos de Geometría y Matemáticas, lo habilitaron para realizar clases a los mismos obreros, desempeñándose como profesor durante gran parte de su vida. Al mismo tiempo, se convirtió en un importante artista y encargado de empresas arquitectónicas.
Reconocimiento a su labor
Fermín Vivaceta fue el conductor y guía de muchas iniciativas de gobierno confiadas a él, así como también de sus propios proyectos.
El Ministerio de Instrucción Pública le encargó la organización de las exposiciones industriales anuales. En ellas Vivaceta obtuvo dos medallas de oro, una de plata y otra de bronce, como tallador ornamentista, dibujante y carpintero.
La Sociedad de Instrucción Pública
Hacia 1858, la Sociedad de Instrucción Pública lo designó como miembro de la Junta Directiva de la asociación, junto a otros distinguidos personajes como Miguel Luis Amunátegui, Álvaro Covarrubias, Benjamín Vicuña Mackenna, Domingo Santa María y Joaquín Blest Gana, hermano de Alberto.
Como miembro de la Junta, Fermín Vivaceta se preocupó especialmente de la fundación y organización de escuelas nocturnas para obreros, en las cuales se desempeñó como inspector y profesor.
La Sociedad de Unión de Artesanos
El 12 de enero de 1862 se realizó la inauguración de la Sociedad de Unión de Artesanos, que fue el resultado de las iniciativas de Vivaceta en el marco de la crisis económica que afectó a la industria nacional, hacia 1858.
Como presidente de la Sociedad y en unión con otros 162 socios fundadores, en el seno de este organismo Vivaceta impulsó una labor de socorros mutuos y, sobre todo, una actividad en pro de la instrucción del pueblo.
Producto de ello, el 20 de julio de 1862 se fundó la Escuela Nocturna Benjamín Franklin.
También fue uno de los fundadores del Cuerpo de Bomberos de Santiago.
Arquitecto y constructor
En su larga labor como diseñador y constructor discípulo del arquitecto francés neoclasicista Brunet Debaines, Vivaceta realizó varios proyectos.
En Santiago, participó en las construcción del edificio de la Universidad de Chile, la Iglesia del Carmen Alto, la capilla de Chuchunco, la torre de la Iglesia de San Francisco, las torres de las iglesias de San Agustín, de San Rafael, de las Monjas Rozas y Recoleta Franciscana. Además, trabajó en las casas particulares de Domingo Matte y Carlos Mac Clure.
En Valparaíso, participó en la construcción del frontis del Portal Tagle, el Club Masónico y la Iglesia de los Doce Apóstoles, entre otras obras.
A su ingenio se debe también la fabricación de los asientos de la Alameda de las Delicias, y él mismo labró la puerta de la Iglesia de San Agustín, en Santiago. También, dirigió la edificación del Mercado Central, y del cuartel del Cuerpo de Bomberos de Santiago, y de los fuertes Bueras para lo cual trabajó en forma gratuita, además de algunos proyectos de viviendas urbanas en Valparaíso.
Estilo que perdura
Las soluciones arquitectónicas ideadas por Vivaceta fueron acertadas y funcionales. Los periódicos de la época hablaron con entusiasmo de las soluciones propuestas por él, como la torre y el reloj de la Iglesia San Francisco, que aún se conservan y que constituyen hitos urbanos de la ciudad.
Su estilo quedó también grabado en la armoniosa composición de las torres del templo de San Agustín, luciendo su arte de ebanista.
Vivaceta incorporó las inspiraciones góticas en las iglesias de Santiago, con la utilización de agujas que terminaban en una cruz.
Hombre de trabajo
La vida de Fermín Vivaceta estuvo plena de actividades y trabajo. Durante la guerra con España, en 1865, se alistó en el Batallón Cívico de Voluntarios, trasladándose a Valparaíso como residente permanente y se incorporó a la 4a Compañía de Bomberos y a la Sociedad de Artesanos de esa ciudad.
En enero de 1877 fundó la Asociación de Trabajadores con otros 48 socios, destinada a procurar poblaciones urbanas de obreros y así eliminar los conventillos existentes.
Un visionario
Siendo liberal, nunca quiso tener una participación política activa, aunque apoyó las candidaturas de José Tomás Urmeneta, de Vicuña Mackenna y de Santa María.
La figura de Fermín Vivaceta debe ser recordada como la de un visionario en el ámbito del naciente mundo obrero. Un reformador social que, respetando sus orígenes, entendió perfectamente que el imperativo de toda sociedad es procurar la educación y la dignidad de un hogar a todos sus miembros.
Producto del progresivo deterioro de su estado de salud, debido a una parálisis que lo afectó en 1882, falleció en febrero de 1890.