Va él como alegre
y soñando a la vez como siempre,
con su rostro misterioso,
lo acompaña el imperioso.
Ciencia, química, magia,
esperando siempre ansioso
la llegada de su sueño,
Det el misterioso.
Vive en la fantasía ilusionado
y con armonía,
porque la noche y el día
es su pan de cada día.
Se acuesta dando gracias
y pidiendo por su sueño,
con sólo cerrar sus ojos
se imaginan a un estrello.
Despierta con las ganas
de salir y explorar,
inventar, experimentar,
cosas que pensar.
Al fin cumple su sueño,
emocionado y en silencio,
sin palabras que decir
sólo ¡Gracias, gracias a ti!
Por: Adrián Sánchez, 7º año básico. De la Escuela Bosque Verde, en Puerto Montt.