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Este cuento se lo dedico a todos los niños amantes del Universo, que comparten conmigo los grandes misterios que hay lejos de aquí.

Síiiii, las galaxias, los planetas, el Sol, todas estas maravillas.

Siempre hemos soñado con salir en un cohete hacia el universo y responder todos esos por qué de ese lugar.

Ojala les guste este cuento que es sobre el Universo.

«Había una vez cinco niños llamados Alanis, Alejandra, Javiera, Felipe y David, ellos eran amigos inseparables y soñaban con ir al espacio. Un día, misteriosamente apareció una nave en el patio de la casa de Alejandra. Ella, rápidamente, llamó a sus cuatro amigos. Ellos pensaron que ella estaba bromeando, pero igual fueron a ver esa «mentira» a la casa de Alejandra.

– ¡Alejandra, esto es impresionante!- dijo Alanis muy asombrado.
– ¿Segura que no es de cartón?- dijo Felipe riéndose.
– ¡Yo que sé!, sólo apareció de repente- dijo Alejandra.
– ¿Por qué no entramos mejor y averiguamos de qué se trata?- dijo Javiera.
– ¡Excelente idea Javi!- dijo David.

Los niños entraron y miraron muy fijamente la nave, que estaba llena de botones. Accidentalmente Alanis presionó un botón que decía Unstick, algo desconocido para él, pero diciéndolo en español decía… ¡Despegar!. La nave partió muy rápido y cuando Alanis trató de solucionarlo, afuera estaba lleno de estrellas y de rocas gigantes, también había un inmenso círculo de color rojo y amarrillo, llamado Sol.

– ¡¿Dónde estamos?!- gritó Felipe.
– ¡En el espacio!- dijo Alanis.
– ¡¿Quéééééééééééé?!- gritó Alejandra.
– ¡Nuestro-sueño-hecho-realidad!- dijeron todos.

Sí, por fin sus sueños hechos realidad. En este momento iban viajando por el Universo, sin destino… ¡Ni conductor!…

– ¡Santo cielo!¡Oh por Dios!¡Santa María!¿Quién está conduciendo esta cosaaaaaaaaaa?- gritó Javiera.
– Tranquila, la está conduciendo el piloto automaaaa…- dijo Alanis, cuando leyó que decía «Piloto Automático Averiado».
– ¡Alaniiiiiiiiiiiiis!,¡haz algo, tú nos trajiste hasta aquí!- dijo Javiera muy enojada como nunca.

Alanis, muy confundido, presionó un botón que decía «Diamant», de pronto la nave se aceleró bastante, vieron al planeta Tierra y detrás de él, un planeta oculto de color amarrillo tintineante.

¡Paf! y chocó la nave.

David abrió la puerta rápidamente y se encontraron con un mundo distinto, lleno de diamantes y rubíes, oro, plata, bronce y cobre por millones y millones de los millones, una cantidad tan grande, que ni tú te la imaginas.

– ¡Debemos llevar mucho!- dijo Alejandra tocando el suelo lleno de riquezas…
– ¡Alto!, puede ser dañino, primero hay que verlo con la analizadora- dijo David.

¡Piiiiiiiiiiiip!, hizo la analizadora y David dijo que no había ningún problema en tocarlo. Desgraciadamente no tenían bolsas por lo que Alejandra tuvo que llevar algunas, ya que en la nave no había espacio.

– ¡Partamos!- dijo Alanis, apretando como un profesional un botón que decía «Petroleum»…

– ¡Siiiii!, por fin a casa, ¡yeah!, a nuestro lindo planeta- dijo Javiera.
– Yo no presione un botón que dijera «A casa», presione uno que decía Petro… petróle… ¡No!, decía Petroleum!- dijo Alanis.
– ¿Petroleum?, se parece a petróleo…
– ¡Debe ser un planeta!-
dijo Felipe.
– ¡De petróleo!- opinó David.
– ¿Cómo va a ser de petróleo?, estúpido!- dijo Alejandra.
– Podría ser- dijo Alanis.

Bueno, los niños se fueron discutiendo sobre qué podría ser Petroleum, cuando de pronto se encendieron unas letras que decían «Recharge fuel» o en español «Cargar combustible». Sí, así era, se estaban quedando sin combustible, pero Alanis no dudo en tranquilizarse, ya que si iban a un lugar que tenía mucho petróleo, podrían recargar la nave.

– ¡Miren, un OVNI!, genial- dijo Alanis, amante de los ovnis.
– ¿¡Quuuuuuuééééééé!?¿un OVNI?- dijo asustada Alejandra.
– ¡Siiiií, dicen que en esas naves viajan los extraterrestres!
– ¡Miren!, ahí esta Petroleum-
dijo Alejandra.
– ¡Y cae petróleo desde esa llave!- dijo Javiera.
– ¡O no!, se acabó el combustible, ¡tendremos un aterrizaje forzoso!

Paf!, chocó la nave.

Alanis rápidamente bajó, y vio tres cosas blancas que hicieron: ¡Pipi pipi paaaa!

-Oh! miren pero si son nuestros hermanos extraterrestres!- dijo Alanis, cuando se dio cuenta de que sus amigos ya no estaban y la nave trataba de partir.

– ¡Esta cosa no tiene combustible!- gritó David.

Alanis, con lo inteligente que era, le dijo a las cosas blancas- ¡Pie piii pii piii pooo!…

– ¿Estás loco?, puedes causar la primera guerra de los mundos- dijeron Felipe y David al mismo tiempo, interrumpiendo a Alanis con la comunicación.
– ¿Es que nadie lee el manual?- dijo Alanis mostrando el manual del idioma universal.
– ¡El manual es para tontos!- dijo Javiera.
– ¡Aaaajj!, yo mismo lo haré- dijo Alanis; él recargo la nave con petróleo y se marcharon, sin despedirse de los seres que nunca más volverían a ver.

Bueno, nuestros amigos decidieron volver a casa, pero solo esperaron y esperaron y esperaron hasta que de pronto se sintió un golpecito y la nave ya estaba en otro planeta; unas letras se encendieron y decían «Marte Umm». Todos salieron hacia afuera, exploraron, sacaron muestras de suelo y se encontraron con un gran lago, no muy lindo como te lo imaginas ya que Marte Umm es rojo, y el agua refleja la luz roja.

Nuestros amiguitos vieron allá en la lejanía una nave, y al lado de ella, un extraterrestre, que gritaba: -¡Pi pip piii pip paaa!-.

Los niños corrieron hasta la nave pero de pronto vieron a una nave muy grande, y un extraterrestre que les mostraba la subida hacia el platillo volador.

– ¡Noooooo!- gritó David y el extraterrestre dijo- ¡Aaaaaaaaaaaaaaa! Pirinola!-, disparó un haz de color verde y los niños quedaron en un profundo sueño.

Rato después los niños despertaron y se encontraron en un lugar lleno de luces, de todos los colores, hasta colores que ni tú conoces.

– ¿Dónde estamos?, debemos salir de aquí- dijo Alejandra.
– Te encuentro la razón por primera vez, pero primero debemos sacar fotografías- dijo Alanis entusiasmado.

Los niños sacaron muchas fotos, hasta sacaron a un marciano de peluche que se veía muy real, bueno, salieron en cuclillas de la nave, para no hacer ningún ruido y corrieron hasta la nave de ellos, Alanis presionó «Earth», cuando recordó que eso significaba «Planeta Tierra», los niños miraron hacia abajo y los extraterrestres decían «Pi pipipipipa», David encendió rápidamente el traductor, y los extraterrestres decían:

– Gracias por visitarnos, adiós, que estén bien, vuelvan pronto- y les tiraron un aparato extraño que decía «Con esto pueden pedir cualquier deseo y se les cumplirá, pero no lo malgasten».

Cuando ya estaban en el espacio, Los Tres Planetas Ocultos desaparecieron, y los niños se asombraron y se preguntaron si habrá sido un sueño.

Aterrizaron en La Tierra y Alejandra mostró todos sus rubíes y diamantes, todos nuestros amiguitos dijeron con un micrófono gigante al mundo- ¡Fuimos a Los Tres Planetas Ocultos!-.

Alanis, Felipe y David, pidieron un deseo: Que nadie le tema a los extraterrestres porque ellos son tus amigos.


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