Skip to main content

Érase una vez una familia de delfines que vivía muy feliz, pues todos los días eran muy pacíficos para ellos, pasaban jugando todos los días, a cada momento. Un día al atardecer se pusieron a jugar con las personas que los cuidaban. Al otro día llegaron allí unas personas que los delfines no conocían, todos se preguntaban, ¿y quienes son estos?, uno de ellos respondió: deben ser nuevas personas que quieren cuidarnos y hacernos felices.

Luego todos los delfines se acercaron para conocer a los nuevos, pero en un abrir y cerrar de ojos se dieron cuenta de que ya no estaban libres, los hombres los habían capturado con sus redes. Después las personas se subieron a sus lanchas y con las redes en las manos, pensando en que los delfines respiraban en el agua, pues nunca habían escuchado que los delfines tanto como las ballenas respiran no en el agua sino fuera de ella.

Uno de los delfines fue muy inteligente al pedir a un castor que estaba cerca de allí que por favor mordiera la red para escapar, lamentablemente solo logró salir el mas pequeño, ya librado se fue nadando hacia su habitad, alarmado y
precipitado llamó a las personas que los cuidaban, ellos corrieron donde estaba el pequeño delfín y se asustaron al ver que no estaban los demás.

El pequeño delfín fue muy astuto al dirigirse al lugar donde se habían llevado a los demás delfines para que así las personas lo siguieran en sus lanchas, cuando llegaron vieron que los delfines estaban muy bien, pero por otra parte había una gran reja que impedía pasar, entonces el hombre sacó su cuchillo y cortó la reja, entraron y sacaron a los delfines de allí. El hombre llamó a la policía y por suerte llegó muy rápido, arrestaron a los que habían robado a los delfines y les preguntaron por qué habían robado, avergonzados dijeron absolutamente la verdad por que si mentían sería peor todavía y dijeron que lo hicieron para venderlos y ganar dinero.

Se los llevaron y todo quedó en las manos de los policías, las personas y los delfines se fueron a celebrar por el triunfo, recordando que los demás delfines no estarían ahora allí si no fuera gracias al pequeño delfín. Y volvieron a tener una vida tranquila y feliz.

Lo que nos enseña esto es que no importa si se es pequeño o grande, porque lo que verdaderamente importa es que si se tiene valor, amor y fe todo saldrá muy bien.


Warning: Invalid argument supplied for foreach() in /www/wwwroot/www.icarito.cl/wp-content/themes/icarito-v1/template-parts/content-relacionadas.php on line 13