En la selva del Amazonas, en Brasil, vivía Tony, un pequeño jaguar que siempre paseaba solo, sin ningún amigo con quien jugar. Pasaron dos días y vio al tucán Mol, el cual en ese momento estaba espiando a Leny, el elefante, que bebía de un ojo de agua.
Mol se percató de una presencia que acechaba el lugar y se asustó, creyendo que su vida corria peligro. Cuando Tony se presentó ante Mol, este lanzó un chillido espantoso que alteró y asustó a Leny, el cual corrío despavorido sin mirar atrás.
Mientras tanto, Mol y Tony se miraban fijamente, nunca antes se habían visto, al rato se pusieron a jugar, se perseguían uno al otro sin miedo alguno. En eso escucharon unos pasos fuertes, trataron de distinguir qué era, de pronto la selva se llenó de disparos, Tony y Mol corrían con todas sus fuerzas a buscar escondite seguro.
Después de un rato los disparos terminaron, y los amigos salieron de su escondite, vieron a un humano cargando dos pavos
reales muertos y dejando tres más en el camino, desde ese día Tony y Mol supieron lo dañino que es el mundo y el hombre, y nunca más salieron a jugar cerca de una aldea en la cual viven los asesinos.
Muere Evita