Había una vez, una niña llamada Catalina. Ella vivía en Santiago y estaba a punto de cumplir 13 años. Un día, la niña fue a Santo Domingo a juntarse con sus amigos que vivían en ese lugar.
Después de unos días, la niña tuvo que regresar a Santiago. En ese momento, Catalina se dio cuenta de que le gustaba un niño llamado Max. A este niño también le gustaba Catalina, así que ellos se pusieron de acuerdo para volver a verse muy pronto.
Pasó el tiempo y los niños nunca podían encontrarse. Ella estaba siempre pensando y soñando con Max. Lo único que quería era verlo. Luego de algunos días, Catalina pudo regresar a Santo Domingo. Aquí la niña, por fin, se pudo reencontrar con Max. Ellos estuvieron hablando mucho tiempo y se besaron.
Después de algunos meses, Catalina tuvo un grave accidente en bicicleta y estuvo muy mal en la clínica. La niña no se pudo recuperar de esto y finalmente murió.
Max no sabía qué hacer, estaba loco de amor por la niña. Él no aguantó esta pena y se suicidó, ya que no podía vivir sin su amada Catalina.