Había un vez un país muy triste, sin color, llamado «Tristón», allí todos eran infelices, porque nada tenía gracia, jugar, cantar o ver televisión era muy aburrido.
Por eso un día, un niño, Antonio, que era muy valiente, se fue de viaje para ver qué había más allá de la montaña Incolora, y luego de muchos días de caminata, encontró una nueva tierra, que estaba llena de color.
Sin perder tiempo, tomó unas mariposas y se fue de vuelta a su país. Al llegar, encontró a su país igual que antes, solo con un cambio: Todos estaban al rededor de la montaña Incolora, esperándolo.
Al verlos se puso tan feliz que comenzó a bailar en torno a todos. Éstos, al ver las mariposas, se asustaron pues nunca antes habian visto color. Luego de entender, todos presenciaron la libertad de los pequeños insectos, y éstos, al ver que todos estaban felices con su venida, le dieron color al país «Tristón», y gracias a ello, luego de unas pocas horas éste se llamó «El País de las Mariposas».
Por esto, después de un tiempo, Antonio fue nombrado rey del País de las Mariposas.
«Esta historia es una leyenda para mí, y la leería a todo el mundo si pudiera»
Sorpresa de Yerbas Buenas