Hace mucho tiempo en un pequeño pueblo vivía un niño con su ángel guardián. El ángel gurdián era muy bondadoso y amable con el niño y lo cuidaba muy bien, pero él siempre quedaba muy cansado y débil por todo lo que tenía que trabajar.
Además su protegido no era un niño muy tranquilo ya que la mayor parte del tiempo lo pasaba haciendo cosas tontas que ponían en riesgo su vida. Pero el que más resultaba herido era su ángel guardián que al cuidarlo él perdía su energía.
Un día el ángel guardián iba sobrevolando un río cuando por accidente cayó, se dejó ver para que lo ayudaran pero toda la gente que lo veía lo miraban como a un bicho raro y no lo ayudaban. Entre tanto pedir ayuda alguien lo ayudó, y fue una niña que lo cuidó hasta que se sintiera mejor y pudiera hablar bien y le contara lo que le sucedió.
Pero antes de todo le preguntó: «¿Tú eres un ángel cierto?… Y él le respondió: «Sí ¿cómo lo supiste? La niña le respondió «Porque tu forma es la de un ángel», así que él le dijo: ¿Has conocido a otro ángel antes? Ella respondió que sí y le dijo que «también supongo que eres el ángel guardián del idiota del pueblo. El ángel preguntó: ¿Cómo tienes tantos datos?… Porque no eres el primero que tiene ese tipo de accidentes por supuesto dijo la niña.
Y después de un tiempo la niña le preguntó ¿Cuál es tu nombre? Él respondió: «Mi nombre es Rafael y el tuyo ¿cuál es?». Ella respondió «Mi nombre es Mikaela».
Luego de esto Rafael pidió que le asignaran a Mikaela como su protegida y vivieron felices para siempre y por siempre.
Muere Evita