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El Trauco (Isla de Chiloé)

Se cuenta que el Trauco es un hombrecito que mide alrededor de 80 centímetros, tiene un rostro varonil y feo, sin embargo posee una mirada muy dulce y sensual. No tiene pies, sus piernas terminan en simples muñones.

Dicen que viste traje y sombrero de Quilineja, planta trepadora también conocida como coralito, usada para hacer canastos o escobas. En su mano derecha lleva un hacha de piedra, que remplaza por un bastón, llamado Pahueldún, cuando se encuentra frente a una muchacha soltera que ha ingresado al bosque. Los que han visto al Trauco dicen que se cuelga de la rama de un Tique, árbol de gran altura, también conocido como Olivillo. Desde aquí espera a sus víctimas.

Suele habitar cerca de las casas de los chilotes para así poder vigilar a las doncellas que le interesan. Se mete a las casas, cocinas y a todos los lugares imaginables sólo para ubicar a una nueva «conquista».

Los habitantes de Chiloé, conociendo las mañas de este pequeño individuo, tratan de no descuidar a sus hijas. Para esto toman precauciones tales como evitar que vayan solas a buscar leña o a arriar los animales. Son en esas oportunidades donde el Trauco aprovecha de utilizar su magia.

A pesar de su afán por perseguir doncellas, el Trauco jamás actúa frente a testigos, es decir, nunca atacará a una muchacha si esta va acompañada de alguien.

Cuando divisa a una niña desciende rápidamente del árbol. Luego da tres hachazos al Tique, con los que parece derribarlos todos.

La muchacha luego de recuperarse del susto, se encuentra con el Trauco a su lado, quien sopla suavemente su bastón. La niña sin poder resistir el encanto del trauco cae en un profundo sueño de amor.

La muchacha, al despertar del embrujo, regresa a su casa sin saber claramente lo sucedido.

Nueve meses después, tras haber experimentado cambios en su cuerpo por la poseción del Trauco, nace el hijo de este misterioso ser.

La Pincoya (Isla de Chiloé)

a) La Pincoya es una sirena o ninfa que a veces anda acompañada por su marido, el Pincoy, ambos son rubios. En algunas ocasiones abandona el mar y excursiona por ríos y lagos.

Su misión es fecundar los peces y mariscos bajo las aguas y de ella depende la abundancia o escasez de estos productos.

Atrae o aleja de la costa a los peces y mariscos.

Cuando un pescador ve de mañana surgir de las profundidades de las aguas a la Pincoya y ésta danza en la playa mirando hacia el mar extendiendo sus hermosos brazos, hay alegría en todos, porque este baile es anuncio de pesca abundante. Si danza mirando hacia la costa, alejará a los peces.

Si la Pincoya no favorece con pesca a un lugar, quiere decir que ha arrastrado la abundancia a otros más necesitados. Para ser favorecido por la Pincoya, es necesario estar contento, por eso los pescadores se acompañan de amigos y amigas alegres y reidores.

Si se pesca o marisca con mucha frecuencia en el mismo lugar, la Pincoya se enoja y abandona aquel frente, que luego queda estéril.

b) En la hermosa laguna Huelde, ubicada a escasos cuatro kilómetros de Cucao, nació la Pincoya, mujer muy bella y de tez blanca ligeramente bronceada, cabellos de oro y que, de la cintura hacia abajo, tiene la forma de un pez.

Antiguamente habitaba una enorme caverna en forma de salón rocoso y tenía por costumbre bañarse en la laguna y el río Puchanquin.

Desde los roqueríos, mediante un suave y prolongado silbido, hacía emerger desde el fondo de las aguas un tronco de oro macizo sobre el cual trepaba y, sentada allí, peinaba sus cabellos. A veces, durante la noche, entonaba embrujadas canciones amorosas, a las cuales nadie podía resistirse.

Muchas personas buscaron a la Pincoya para obtener sus favores, y ella desapareció del lugar para no volver. Se cree que ella fue robada desde la laguna Huelde para llevar prosperidad y abundancia a playas lejanas. Desde entonces, las aguas tomaron el color oscuro que hoy tienen y pese a que muchos han intentado imitar el silbido de la sirena, el tronco de oro aún está sumergido esperando a su hermosa dueña.

El Caleuche (Isla de Chiloé)

a) Es un buque que navega y vaga por los mares de Chiloé y los canales del sur. Está tripulado por brujos poderosos, y en las noches oscuras va profusamente iluminado. Tiene alumbrado y velamen color rojo, por andar tripulado por brujos. Por lo general, en sus navegaciones no cesa a bordo la música. Se oculta en medio de una densa neblina que él mismo produce. Jamás navega a la luz del día.

Si casualmente alguna persona que no sea bruja se acerca, éste se transforma en un simple madero flotante; y si el individuo intenta apoderarse del madero, éste retrocede. Otras veces se convierte en una roca o en otro objeto cualquiera y se hace invisible. Sus tripulantes se convierten en lobos marinos o en aves acuáticas. Se asegura que los tripulantes tienen una sola pierna para andar y que la otra está doblada por la espalda, por lo tanto andan a saltos y a brincos. Todos son idiotas y desmemoriados para asegurar el secreto de lo que ocurre a bordo.

Al Caleuche no hay que mirarlo, porque los tripulantes castigan al que lo mira volviéndoles la boca torcida, la cabeza hacia la espalda o matándoles de repente, por arte de brujería. El que quiera mirar al buque y no sufrir el castigo de la torcedura, debe procurar que los tripulantes no se den cuenta de su audacia.

Este buque navega cerca de la costa y cuando se apodera de una persona, la lleva a visitar ciudades del fondo del mar y le descubre inmensos tesoros, invitándola a participar en ellos con la sola condición de no divulgar lo que ha visto. Si no lo hiciera así, los tripulantes del Caleuche lo matarían en la primera ocasión que volvieran a encontrarse con él.

Todos los que mueren ahogados son recogidos por el Caleuche, que tiene la facultad de hacer la navegación submarina y aparecer en el momento preciso donde se le necesita para recoger a los náufragos y guardarlos en su seno, que les sirve de eterna mansión. Cuando el Caleuche necesita reparar su casco o sus máquinas, escoge de preferencia los barrancos y acantilados, y allí, en las altas horas de la noche, procede al trabajo.

b) Es el buque de los brujos, que anda por debajo de las aguas en el mar. Este buque arriba de preferencia a tres puertos que son: Llicaldac, Tren-Tren, en la costa del departamento de Castro, y Quicaví, donde está la Cueva y la Corte del Rey de los brujos. El Rey de la Cueva abandona su caverna y monta en un Caballo Marino, que avanza con más velocidad que el Caleuche, para cruzar las olas y subir a su barco de los espíritus.

c) El Caleuche tenía por esposa una loba, que fue muerta por unos pescadores en la Isla de Tenglo, frente a Puerto Montt. Muy enojado el Caleuche por esto, juró vengarse, mandando a Puerto Montt grandes males, y robándose la niña más bonita del puerto. Se sabe que los males fueron erupciones del volcán Calbuco y unos incendios que consumieron propiedades.

d) Hace algunos años salió de la villa de Chonchi una esbelta chalupa tripulada por varios vecinos y dirigida por un joven muy conocido, hijo de un respetable habitante del lugar.

La chalupa no volvió más. Cuando al padre se le comunicaron los temores que había en el pueblo de que la embarcación hubiera naufragado, se limitó a sonreír de una manera extraña y significativa. Aquella sonrisa fue para los inteligentes una revelación: el hijo, a no dudarlo, se hallaba en salvo y seguro a bordo del Caleuche.

Desde ese día el padre comenzó a enriquecer rápidamente, y varias noches se oyó arriar cadenas al pie de la casa del afortunado comerciante: era el Caleuche que desembarcaba furtivamente en la playa cuantiosas mercaderías. Cuando un comerciante hace una rápida fortuna, es porque mantiene ocultas relaciones con el Caleuche.


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