Fecha de edición: 17.03.2008
La académica de la Escuela de Psicología de la Universidad Católica, Neva Milicic, y la psicóloga de la UC, Soledad López de Lérida, elaboraron una investigación con propuestas de políticas públicas para prevenir el hostigamiento escolar, matonaje o bullying.
Según un estudio realizado el 2005, por el Ministerio Educación en conjunto con la UNESCO, un tercio de los alumnos considera que a menudo es insultado o agredido verbalmente por sus compañeros, mientras uno de cada diez dice ser golpeado frecuentemente por otros estudiantes.
En el paper, que fue presentado en la Universidad Católica en el marco de un seminario organizado por la Dirección de Asuntos Públicos UC, las autoras plantean que resulta central abordar esta problemática, dado el sufrimiento que experimentan los niños y las repercusiones que estos actos pueden tener en su vida adulta: “Existe evidencia de que las personas que sufrieron hostigamientos en su infancia y adolescencia tienden a presentar una mayor soledad emocional y a tener mayores dificultades para mantener relaciones de amistad”.
Además, las investigadoras afirman que la violencia escolar no sólo genera problemas en los estudiantes afectados, sino también en quienes temen serlo y en aquéllos “que son observadores y que, por temor, se sienten culpables de no intervenir en la defensa de sus compañeros agredidos”.
Bajo la consideración de que el hostigamiento se observa en todas las edades y niveles socioeconómicos, las sicólogas aseguran que es “imperioso” que se lleven a cabo programas y acciones que permitan prevenir estos casos y generar un clima de buen trato escolar. Para ello, efectúan una serie de propuestas que consideran desde políticas globales hasta intervenciones específicas en distintos niveles, como padres, Mineduc, municipios, fundaciones educacionales, sostenedores, universidades, institutos, medios de comunicación, y otros.
Al Mineduc, por ejemplo, las investigadoras le asignan la responsabilidad de generar políticas globales de convivencia escolar, fomentar el buen trato y establecer alianzas estratégicas que favorezcan la puesta en marcha de estas medidas. También le señalan la posibilidad de implementar una intervención en el área curricular “que permita incluir transversalmente en las diferentes asignaturas contenidos relacionados con el buen trato, prevención de violencia y resolución de conflictos en forma pacífica”.
A esto, se suma el requerimiento de que padres y profesores actúen aliadamente y se involucren en la búsqueda de soluciones, pues “las intervenciones sólo a nivel familiar no tienen el impacto suficiente como para detener las situaciones de hostigamiento en el contexto escolar”.
Asimismo, plantean la necesidad de que los medios difundan las informaciones y sensibilicen a la población. En esta línea, y junto con proponer talleres de capacitación para los periodistas, las especialistas afirman que el Consejo Nacional de Televisión debería promover el aumento de programas infantiles, tanto en la televisión abierta como por cable, orientados al desarrollo emocional y valórico de los estudiantes.
