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Desde los orígenes de la República hasta 1974, el país estuvo dividido, desde el punto de vista político-administrativo, en provincias.

En 1811 existían solo tres provincias que -con el transcurrir de los años y de acuerdo a la realidad territorial y a las necesidades administrativas- se convirtieron en 25.

Después el país se dividió en 13 regiones –de Tarapacá, de Antofagasta, de Atacama, de Coquimbo, de Valparaíso, Metropolitana de Santiago, del Libertador General Bernardo O’Higgins, del Maule, del Bío Bío, de La Araucanía, de Los Lagos, de Aysén del General Carlos Ibáñez del Campo y de Magallanes y de la Antártica Chilena–, 51 provincias y 346 comunas.

 

Antecedentes

Los antecedentes de la actual regionalización tienen su origen en estudios realizados para intentar frenar el centralismo nacional e impulsar el desarrollo del país. Estos fueron efectuados por algunos organismos del Estado, como la Corfo (Corporación de Fomento de la Producción y del Comercio) y Odeplán (Oficina de Planificación Nacional).

La actual regionalización del país, es fruto del estudio que la Comisión Nacional de la Reforma Administrativa (Conara) realizó en 1974. Junto a la división del territorio en trece regiones, dicho estamento definió un sistema de administración nacional, con la finalidad de modernizar el Estado de Chile.

Por sus peculiares condiciones geográficas, este requirió una organización tal, que permitiera un desarrollo descentralizado administrativa y regionalmente, en función de la integración, la seguridad, el desarrollo socio-económico y la administración nacional.

Para el proceso de integración se tuvieron presentes diversos factores, como aquellos que derivan de considerar los aspectos físicos-geográficos y de recursos naturales. Ellos se deducen de las estructuras creadas por el hombre (centros poblacionales, vías de comunicaciones, etcétera), aquellas que provienen de criterios de seguridad, áreas económicas deprimidas y áreas que constituyen espacios vacíos dentro del territorio nacional.

La combinación de todos estos factores permitió la formación de unidades geoeconómicas con población suficiente, y con un lugar central que actuara como impulsor de las actividades económicas y sociales, orientando la dinámica de su crecimiento vinculado al quehacer nacional.

Un nuevo sistema

De acuerdo a lo planeado por las autoridades de la época, la nueva división político-administrativa del territorio nacional permitiría lograr los siguientes objetivos:

– La organización administrativa descentralizada, con adecuados niveles de capacidad de decisión y en función de unidades territoriales bien precisas.
– La jerarquización de las unidades territoriales, de acuerdo con la realidad nacional.
– La dotación de autoridades y organismos en cada unidad territorial, que tengan poder de decisión y que actúen coordinadamente entre sí.

La Región

Se puede definir como un espacio geográfico que posee características propias. Es una unidad territorial homogénea, con aspectos físicos, humanos y económicos relativamente semejantes.

Es el espacio geográfico y político esencial a partir del cual se administra al país.

El gobierno interior de la región corresponde al Intendente, nombrado por el Presidente de la República.

La administración de la región corresponde al Gobierno Regional, compuesto por el Intendente como órgano ejecutivo, y el Consejo Regional, como órgano resolutivo, nominativo y fiscalizador de aquel.

Las funciones de administración son apoyadas por las Secretarías Regionales Ministeriales, subordinadas a nivel regional al Intendente, destacando entre ellas la Secretaría Regional de Planificación y Coordinación.

Requisitos

Las unidades territoriales que se estructuran como región deben reunir los siguientes requisitos:

– Cada unidad territorial debe contar con una dotación de recursos propios, que avalen una perspectiva de desarrollo económico de amplia base.
– Debe poseer una estructura urbano-rural que garantice un nivel de servicio básico a la población.
– Debe contar con un lugar central que actúe como centro o núcleo de las actividades económicas y sirva de orientador de la dinámica de crecimiento.
– La base poblacional debe ser lo suficientemente grande para impulsar el desarrollo, actuando como fuerza de trabajo y mercado de consumo.
– El tamaño de las regiones debe ser tal, que facilite una administración territorial adecuada y un buen manejo de los recursos naturales existentes.

Fundamentos

El proceso de integración nacional se lograría a través de una nueva división política del país, para alcanzar esta meta se consideró como fundamentos de la regionalización:

– Un equilibrio entre el aprovechamiento de los recursos naturales, la distribución geográfica de la población y la seguridad nacional.
– Una participación real de la población en la definición de su propio destino, integrándose al proceso de desarrollo de la región.
– Una igualdad de oportunidades para alcanzar los beneficios del desarrollo nacional.
– Un equilibrio fronterizo definido, que hiciera posible una mayor utilización de los territorios y sus recursos, además de una distribución racional de la población nacional.
– La descentralización económica del país, evitando la concentración de las actividades solo en algunas zonas.

El Sistema de Gobierno y Administración Regional, se estructura de la siguiente forma:

El gobierno interior de la región corresponde al Intendente, en su calidad de representante del Presidente de la República. La administración de la región corresponde al Gobierno Regional, compuesto por el Intendente como órgano ejecutivo y el Consejo Regional, como órgano resolutivo, nominativo y fiscalizador de aquél.

Las funciones de administración son apoyadas por las Secretarías Regionales Ministeriales (Seremi), órganos desconcentrados de los Ministerios, subordinados a nivel regional al Intendente, destacando entre ellas la Secretaría Regional de Planificación y Coordinación.

A nivel provincial el Gobierno corresponde al Gobernador, subordinado al Intendente. Su administración también compete a aquel como órgano desconcentrado del Intendente, en cuanto ejecutivo del Gobierno Regional. Existe como instancia de representación consultiva el Consejo Económico y Social Provincial, presidido por el Gobernador.

La administración comunal corresponde a la Municipalidad, compuesta por el Alcalde como autoridad superior y el Concejo, presidido por el Alcalde como órgano resolutivo, nominativo y fiscalizador de aquél, ambos de elección popular cada 4 años.

Para cumplir sus funciones la Municipalidad cuenta con Unidades, como la Secretaría Comunal de Planificación y Coordinación.

Existe además en cada comuna un Consejo Económico y Social, de carácter consultivo, representativo de los organismos sociales.


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