Las gotas de lluvia son como lágrimas fervientes
que caen en la tierra y alimentan el fruto que germina en su vientre,
aquel fruto que nos hace nacer, luchar
y que por nada nunca jamás queremos dejarlo escapar.
Todas las veces que ves llover y todo se oscurece
parece que el día se desvanece
parece que muy lento mueres por dentro
pero en ese instante de languidecimiento
para tan solo un momento,
todos aquellos dolorosos pensamientos,
levanta tu alma
como quien deja reposar una flor a medio marchitar
en un delicado jarro de cristal
así deja tu cuerpo quieto bajo ese vendaval
Lentamente sentirás, como por todos lados
la fuerza de la vida te empezará a rodear
bajo esa lluvia tus fuertes pensamientos empiezan a atenuar
y tu alma un refresco acaba de encontrar
es la misma fuerza de la vida o fruto celestial
que a veces por momentos fútiles y febriles tendemos a olvidar.
Sorpresa de Yerbas Buenas