
El quetzal
Cuando uno piensa en los aztecas, generalmente imagina pinturas y grabados antiguos típicos de los libros que revelan su cultura; sin embargo, si te detienes y miras bien hay una figura muy recurrente: el quetzal.
Cuando uno piensa en los aztecas, generalmente imagina pinturas y grabados antiguos típicos de los libros que revelan su cultura; sin embargo, si te detienes y miras bien hay una figura muy recurrente: el quetzal.
En Noche Buena se supone que el Viejo Pascuero recorre el mundo entregando los regalos a los niños y el reno es el animal que lo ayuda a cumplir su misión.
La verdad es que estas extensiones son las mandíbulas del “ciervo volante” o “cantabria” uno de los insectos más notables, que vive en el sur de Chile.
Una de las propiedades que tienen los sapos y las ranas es camuflarse, con el fin de protegerse de sus depredadores. Sin embargo, existen algunas especies que no lo necesitan, ya que en su piel poseen glándulas venenosas que las ayudan a sobrevivir.
Este gigantesco mamífero ha sido blanco de cazadores inescrupulosos lo que ha traído como consecuencias que algunas especies estén en peligro de extinción.
Son pocos los animales que inspiran tanta ternura y buena onda como el delfín, que lejos de ser un mamífero corriente cada vez hay más estudios que comprueban su inteligencia y sensibilidad.
Los tiburones son peces versátiles y tienen sentidos muy agudos; muchas de sus especies son capaces de cazar y devorar a casi cualquier otro animal marino, tanto en mares profundos como en mares poco profundos.
La lengua es el órgano principal del gusto y también cumple un rol importante en la articulación de los sonidos, la masticación, la deglución y la succión.
El oído es el órgano de la audición, y es responsable de generar las percepciones auditivas.
La piel no sólo es el órgano sensorial del tacto, sino que, en general, es el más importante nexo entre nuestro organismo y el exterior.
Los seres humanos poseemos cinco sentidos: la vista, la audición, el olfato, el gusto y el tacto.
Para estudiar a los seres vivos, el biólogo trabaja en un lugar especialmente equipado que recibe el nombre de laboratorio. Entre sus elementos está el microscopio, que permite ver las estructuras de los microorganismos como las células y las bacterias, que por su tamaño escapan a nuestra vista.